PAREJAS SALUDABLES. PARTE 1
“El amor es paciente, es
bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta
con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor”
La
Preminencia del Amor

Cuando
los padres llenan todos los vacíos emocionales de sus hijos, cualquier palabra
bonita o promesa le resulta poca, el pensamiento de un joven será algo así como
“esfuércese más, dígame algo que no me hayan
dicho antes”. Pero lo más importante
es que preparan a los hijos para dar amor y no para buscarlo y absorberlo de
otras personas. Así mismo preparan a sus hijos para una buena convivencia, en
este sentido hacen una buena elección de pareja, algunos pensaran que el
corazón es el que manda, y esto no da lugar a la elección, pero tengo que decir
que el corazón está sujeto a nuestros pensamientos y emociones, por tanto si
tenemos pensamientos acertados, un buen esquema de valores, principios firmes y
no tenemos vacíos emocionales, podremos direccionar nuestro corazón hacía la búsqueda
de la complementación y no de la dependencia. Las parejas que llegan a la vida matrimonial
con buena salud mental o que dentro de él sanan sus heridas, manifiestan las
siguientes características:
Tienen una acertada visión de
Dios
Aunque
este es un punto que tendría un valor fundamental para los creyentes, ánimo,
con todo respeto a los que no, que lo consideren, para mí ha sido fundamental, en
la vida de pareja, el desarrollar una relación con Dios, porque mi fe hacía Él
restauro la imagen de lo que es ser un hijo, y me enseño lo que es ser esposo y
padre. Tener un patrón de principios y valores me confronto con mi realidad y
pude darme cuenta de mis conflictos y faltantes. A través de sus promesas sentí su respaldo en
muchos aspectos de mi vida y lleno los vacíos emocionales, entendí, entonces, que dentro de la relación de pareja debía ser
proveedor de amor, que la mejor vía para resolver diferencias es el diálogo,
que frente a los agravios debo pedir perdón y perdonar, y nunca dejar problemas
sin resolver. No se trata de religión, más bien es un modo de vida saludable,
aplicando lo aprendido, sin juzgar ni señalar.
Tienen un concepto acertado de sí
mismos

Tienen un concepto acertado de
las personas
No
es un pecado amarse así mismo, lo malo es vanagloriarse, ya que esa es otra
forma de demostrar que no creo en mí, y necesito decirle al mundo y convencerlo
de que soy importante. Sentirse valioso nos lleva a amar a las otras personas y
valorarlas de la misma forma. Cuando no
se ama a sí mismo no se puede amar a nadie más, entregarse a una persona, sin
conocerla lo suficiente y sin esperar el tiempo y las condiciones propicias, no es señal de amor, sino de conveniencia, porque
busco resolver mi problema o mi necesidad, la llamada “prueba de amor” no es
más que eso. En la vida de pareja la buena autoestima mantiene vivo el amor,
por los hijos, familiares, amigos.
Genera buenas relaciones incluso con los que no tienen valía, ya que se
les genera un sentido de pertenencia y compromiso por los otros, no para
juzgarlos sino para ayudarlos a superar sus conflictos. Aprenden a dar sin
esperar nada a cambio porque están convencidos de que tienen el potencial para
alcanzar lo que se propongan juntos. Y finalmente
son agradecidos con ellos mismos y con los demás.
Hemos
abordado 3 características de 6, reflexionemos sobre estas tres. Hay
situaciones que son normales en el desarrollo de la vida diaria, como diferencias
en aspectos varios de la vida familiar como las finanzas, la crianza de los
hijos, la familia extendida, entre otras; pero cuando aparecen los insultos,
las agresiones, el egoísmo, la competencia, hay desconfianza y se faltan el
respeto, se debe hacer un alto en el camino para comenzar a buscar soluciones, examinándose
para saber qué tan responsables son y cómo corregir.
Continúa
en nuestro próximo Blog…
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista
de Familia
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