viernes, 27 de noviembre de 2015

La Comunicación - La verdad en la cara

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LA VERDAD EN LA CARA

“Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aun cuando es oportuna.”
                                                                                Proverbios 15:23


Has dicho o has escuchado en alguna ocasión “Yo soy de los que le digo la verdad en la cara a la gente, gústele o no”, de seguro que sí, porque evidentemente hay personas que se enorgullecen de ser totalmente sinceras y que siempre dicen exactamente lo que piensan, sin embargo, este podría ser un camino muy pedregoso que podría conducir al deterioro de las relaciones con los demás.  Hay una gran virtud en tener el valor de decir la verdad en la cara, pero hay uno más grande en tener la sabiduría para decirla.  No estoy diciendo que enmascaremos o maquillemos la verdad para no ser tan duros, me refiero al tacto y al momento, porque existen situaciones en las que las emociones hierven y un acto de franqueza mal manejado puede hacerlas explotar.  A veces las intenciones son buenas, pero los resultados son pobres.


La inteligencia emocional es vital en las relaciones interpersonales y en especial en la comunicación, hay un tiempo para la franqueza y otro para el tacto y la diplomacia.  La falta de tacto puede ser destructiva: de ahí, que la mayoría de la gente fracasa en la vida, más por falta de este que por falta de capacidad.  Es importante para alcanzar grandes logros entenderse con la gente y esto exige que aprendamos a tener tacto y a tratar las relaciones con diplomacia y delicadeza, básicamente significa cuidar las relaciones.

Las verdades expresadas en momentos inoportunos suelen causar malestar, en las relaciones pareja, por ejemplo, muchas de ellas suenan a queja y reclamo, lo que hace que se vuelva fastidiosa al oído, especialmente cuando se repiten una y otra vez. En un artículo anterior hacía referencia a este tema y afirmaba, por experiencia, que expresar una verdad acompañado de un “siempre” o “nunca” podría causar un estallido en la conversación que haría que una simple charla estilo viento tropical categoría uno, pasara a una discusión estilo huracán categoría 5.  Sencillamente porque cuando decimos una verdad y a esta le anteponemos las expresiones mencionadas dejamos de centrarnos en una situación particular y la convertimos en una conducta constante. Por ejemplo, hay una diferencia muy grande cuando decimos o nos dicen: “Tu ropa esta tirada, no la has recogido, podrías hacerlo por favor”, y “Siempre dejas la ropa tirada, nunca la recoges”.  Con la primera se intenta corregir un mal hábito, con la segunda se afirma una conducta “eres desordenado”.   Todavía resulta más perjudicial si la verdad que se dice, tras ser mal expresada, no encuentra coherencia en la conducta y los hábitos de la persona que la expresa, es decir, quien dice la verdad no tiene autoridad moral ni ética para afirmarla, ya que como en el ejemplo, podría ser igual o peor de desordenado(a) que el(la) condenado(a).

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Hagamos un pequeño test de evaluación para descubrir que tanto tacto tenemos en las relaciones y la comunicación con las demás personas:

  • ¿Le es fácil expresar un elogio a otra persona?
  • ¿Le cuesta trabajo reconocer los aspectos positivos de los demás?
  • ¿Acostumbra hacer elogios a los que le rodean?
  • ¿Le es fácil dar una sonrisa a otros?
  • ¿Acostumbra a decirle a los demás lo que les agrada de ellos?
  • ¿Piensa que mucho elogio puede hacer que la gente se sienta superior?
  • ¿Le incomoda recibir elogios?
  • ¿Es fácil para usted, brindar agradecimientos a los demás cuando recibe ayuda?

¿Qué tal le fue? Descubrir que tenemos limitaciones en las relaciones debe llevarnos a corregir nuestras actitudes, el hacerlo mejorará significativamente la comunicación y las relaciones interpersonales. Debemos aceptar que un cumplido gana más benevolencia que una queja, pues la gente responde mejor a las afirmaciones positivas que a los comentarios negativos.

Le animo a que mejore su actitud frente a las relaciones, la sinceridad es una virtud no muy común en las personas hoy en día, pero hay que saber ser sinceros y francos, ya que mal empleada la franqueza podría convertirse en su peor defecto.
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Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia

jueves, 12 de noviembre de 2015

La Comunicación - La Gente Difícil

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LA GENTE DIFICIL


“El descubrimiento más grande de nuestra generación, es que los seres humanos, al cambiar las actitudes internas de su mente, pueden cambiar el aspecto externo de su vida”
William James


No hay duda que la comunicación es vital en todos los aspectos de la vida del hombre, el hecho de que seamos seres sociales nos impulsa todos los días a establecer relaciones interpersonales más firmes y duraderas.  Una de las mayores frustraciones que experimentan los miembros de la familia, es la imposibilidad de establecer una buena comunicación entre sí, por ello terminan aislados y cada uno viviendo su vida sin importar lo que suceda alrededor.  En las relaciones humanas es básico aprender a adquirir paciencia, comprensión, sabiduría, etc., esto puede resultar difícil pero vale la pena hacer el esfuerzo.  Cuando no se logra establecer una comunicación adecuada, por cualquier razón, no se puede dar por terminada una relación, siempre es posible desarrollar un dialogo con aquel tipo de personas que manifiestan resistencia al dialogo, a ese tipo de personas es a las que llamamos la gente difícil.

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Seguramente usted se ha topado con este tipo de personas, a lo mejor usted sea uno de ellos y no se ha dado cuenta. Dentro de este grupo se encuentran los psicóticos y los neuróticos, se dice que el psicótico cree que dos más dos son cinco, mientras que el neurótico sabe que dos más dos son cuatro pero lo detesta.  El psicótico esta fuera de la realidad mientras que en el neurótico el exceso es su marca registrada. 

El termino psicótico se aplica a todas las enfermedades mentales y cobija a aquellos individuos que han perdido contacto con la realidad, también presentan alucinaciones.  Necesitan, obviamente, en los casos críticos, tratamiento psiquiátrico y normalmente son medicados. La comunicación con este tipo de personas se debe dar sobre las indicaciones que proponga un acompañamiento profesional.  Los Neuróticos por su parte agrupan a aquellos cuyos síntomas indican un trastorno del sistema nervioso, sin que el examen anatómico descubra lesiones en dicho sistema, tienen un elemento en común: la ansiedad, en ellos centraremos nuestro artículo.

Mencionaremos las características de algunos tipos de neuróticos y la forma en como relacionarse con ellos:

El adicto al trabajo
La característica más notable es que lleva trabajo para la casa y cuando saca un rato para descansar se siente culpable. No hay nada que le agrade más que trabajar. El problema no está en su mente, sino en sus emociones. Ayudarlo a establecer una agenda y que planee bien sus actividades evitará que se sienta culpable y tendrá tiempo suficiente para compartir con su familia.

El comprador impulsivo
Compra artículos sólo porque están en rebaja o por el hecho que algún día los necesitará. Realmente lo hace para calmar las tensiones y ansiedad que experimenta, debe encontrar la forma de descargar la ansiedad, como cristiano recomiendo la oración, entregarle todas esas cargas a Dios produce paz y tranquilidad. Para una buena relación, no es recomendable atacar la conducta, sino ayudarle a elaborar un presupuesto y hacerle sentir que no está sólo.

El obsesivo
La característica que hace a esta persona difícil es que cuando genera un pensamiento por una situación real o imaginaria, comienza a darle vueltas en la mente de manera repetida, mientras más trata de sacar la idea de su mente ésta más se arraiga. Las relaciones con el obsesivo debe llevar a la persona a no intentar solucionar las dificultades en sus propias fuerzas, se debe generar un clima de confianza a su alrededor, esto lo llevará a aceptar que tiene un problema y permitir que este salga por una decisión radical. Para el obsesivo la ayuda de Dios es fundamental.       
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El mentiroso compulsivo
Se presenta porque el individuo no logra distinguir la verdad de la falsedad y llega a creer sus propias mentiras. Evidencia esto profundos sentimientos de inferioridad e inseguridad; esto es lo que hace que se esfuerce tanto por impresionar a la gente.  Para establecer buenas relaciones con este tipo de personas, se debe indagar las causas de su complejo y llevarle a sentirse amado y aceptado, así en un proceso pasado se le llevara a confrontar lo que produce la mentira y al sentirse valiosa dejará de hacerlo. Es importante también que la persona se sienta perdonada por las mentiras ya dichas y que goce también de la gracia que Dios produce.

El tímido
La gente tímida se imagina que los demás siempre están evaluando sus acciones. Esta conducta se gesta sobre la crianza que le dan algunos padres cuando juzgan y critican mucho a sus hijos. Entonces desarrollan el temor a ser juzgados y por eso interiorizan mucho sus sentimientos.  Las relaciones con personas tímidas deben enfocarse en abriles el espacio para que expresen sus emociones, antes hay que ganarse su confianza y luego de esto hacerles sentir que son valiosos y aceptados. Algo muy importante es no pensar que la timidez es una virtud.

Existen otros tipos de neuróticos que describiremos en láminas, a través de nuestra página de Facebook Terapia de Familia, lo importante es saber que detrás de este tipo de personas con conflictos hay individuos valiosos y normales que quieren salir adelante, pero no saben cómo, nuestra disposición debe ser la de ayudar y no señalar o apartarnos, ya que con esto lo que hacemos es desmejorar las relaciones y progresivamente desarrollaremos igualmente conductas propias de la gente difícil.
NUEVO DOMINIO TERAPIA DE FAMILIA
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia

martes, 10 de noviembre de 2015

Resilientes - Salados

SALADOS

“¡Cómo quisiera que mi angustia se pesara y se pusiera en la balanza, junto con mi desgracia!”
                                                      Job 6:2

La expresión “estoy salado” es comúnmente usada entre las personas que experimentan adversidades muy seguidas, o aquellas que esperan el resultado de un negocio y la respuesta es negativa, también en aquellos que llevan años buscando trabajo y no lo consiguen.  La expresión que hace parte de la jerga común de varios países de Latinoamérica está asociada a situaciones catastróficas o a la mala suerte.  Este adjetivo viene de la palabra sal que viene del latín salis y el término aplicado a la asepsia viene de salus que era la diosa romana de la salud.  Pero la expresión “estar salado” empezó a ser usada durante el imperio romano, los cuales para castigar a los pueblos que no cumplían con sus obligaciones tributarias, echaban sal a los cultivos y las tierras quedaban estériles, el término comenzó a ser aplicado a toda situación en la que no se veían resultados.  En cambio, en España, por ejemplo el término está relacionado con algo gracioso, a alguien avispado, a las chicas chispeantes.

En la biblia se usa la expresión como parte de las enseñanzas de Jesús para designar aquello que es bueno para la vida, él le decía a sus discípulos “ustedes son la sal del mundo” dando entender que así como la sal da sabor a la comida a si mismo ellos le darían el sabor al mundo, básicamente le darían sentido a la vida. En realidad, aquello que nos resulta insípido no tiene sentido, ya que lo verdaderamente interesante es aquello que le da sabor a la vida. Todos quisiéramos evitar las desgracias es decir no ser “tan salados” pero las adversidades tienen un propósito: mostrar algo que está oculto en nosotros, nadie sabe de lo que es capaz hasta que se encuentra con un problema y el ser, integralmente, se ve obligado a  reaccionar para defenderse y salir de la circunstancia difícil.  

La adversidad nos lleva a auto-examinarnos
Observemos lo que sucede en nuestro cuerpo, ¿cómo nos enteramos que hay algo malo funcionando en nuestro organismo?, pues por el dolor, sin el seriamos afectados seriamente. ¿Se ha preguntado por qué le van tan mal económicamente? ¿Por qué el amor le ha sido tan esquivo? Cuando una adversidad llega es realmente un llamado a descubrir en nosotros que estamos haciendo mal. Debemos estar alertas para revisar constantemente nuestras actitudes y conductas.

La adversidad vence la soberbia
Un requisito indispensable para disfrutar de las buenas dadivas que Dios da y que se manifiestan a través de los resultados positivos, es la humildad.  Usted pensará que las personas altivas y soberbias obtienen  más cosas rápidamente pero ¿a qué costo?, no pensemos solo en el bien económico, es posible conseguir riquezas a base de actitudes egoístas pero no se disfrutan en paz. Sería mejor conseguirlas y disfrutarlas con la tranquilidad que produce un espíritu humilde y sencillo. Una de las formas de como la vida doblega la altivez y el orgullo son las adversidades.    

La adversidad es una señal para reevaluar prioridades
Otro propósito que tienen las adversidades es mostrarnos que tan ordenada es nuestra vida, el establecer prioridades con inteligencia nos permite disfrutar de una vida organizada y alejada de malos ratos y fracasos escandalosos. Puede ser que la razón de nuestros descalabros financieros sea que no estamos priorizando los gastos en los conceptos más importantes sino en los que dan satisfacción a nuestras emociones y pasiones. Si no prioriza tiempo para sus hijos, para su esposo(a) no espere tenerlos conformes y dispuestos todo el tiempo.

La Adversidad selecciona nuestras amistades
Una adversidad siempre prueba cuantos de aquellos que usted considera amigos se preocupan más por recibir que dar.  Piense cuantos amigos le han acompañado en todo momento, bueno o malo.  El dinero y el bienestar atraen a la gente, no piense que todos ellos se acercan, por su carisma y porque con sinceridad anhelan estar con usted, seleccione bien sus amistades, piense en todos aquellos que de verdad se merecen compartir las bendiciones y prosperidad que usted recibe de parte de Dios, porque cuando lleguen los momentos difíciles encontrará una mano donde apoyarse.   

Atender estos consejos y apreciar el valor de las adversidades le dará sabor a su vida, crecerá y se evitara tropezarse con la misma piedra, esto será de beneficio para usted y para su familia, recuerde que los diamantes son pulidos con los mismos diamantes, una dura adversidad puede producir mucho dolor pero también sacara brillo y el diamante que llevamos por dentro, así que de ahora adelante cuando al alguien le diga que esta “salado” no piensa que está acabado, sino más bien que Dios le está dando sabor a su vida y será capaz, con Su ayuda,  de vencerla.

Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia