“El amor es fuerte como la
muerte; los celos son crueles como la tumba”
Salomón
La
opinión respecto de los celos: si son buenos o malos, es muy pareja, lo cierto
es que los libros sobre terapias de parejas, hacen poca referencia a este
punto, dándole más importancia a la mentira e infidelidad y al perdón y la
reconciliación. Algunos psicoanalistas lo consideran como un atributo o
inclinación de la personalidad, otros como un patrón de conducta provocado en
la niñez. Los celos han sido motivo de temas para canciones, películas y
literatura, hacen parte del diario vivir de las personas. A ella se le acuñan separaciones, discusiones acaloradas
entre parejas, vecinos y amigos, venganza, y hasta asesinatos. Sobre ellos se
han gestado frases míticas como “ojos que no ven, corazón que no siente” “el
que no cela, es porque no ama”; de tal forma que sus adeptos y detractores no
se ponen de acuerdo si consolar al “cornudo” o venerar al supuesto “infiel”.
¿Qué son los celos?
Los celos son una reacción compleja que ocurre
cuando un rival real o imaginario amenaza una relación amorosa significativa
(Pines, 1998). Es una reacción emocional anticipada, en la mayoría de los
casos, cuyo fundamento emocional es el miedo, pero que ha sido alimentado por
otros sentimientos asociados como la envidia, el egoísmo, la inseguridad, y
alteraciones psicológicas como baja autoestima. Debido a que no hay certeza, en
el celoso, acerca de lo que ocurre en realidad, vive en constante estrés, ya
que la incertidumbre lo lleva a imaginar y el cerebro normalmente asume como verdad
lo que la persona piensa, seguidamente condiciona al cuerpo para que reaccione
en el momento oportuno en defensa de la amenaza imaginaría. Esto genera predisposición,
la persona no sabe cómo reaccionar ya que no hay seguridad porque sus pensamientos
son puramente subjetivos. Algo similar sucede con el miedo, por eso decimos que
es el fundamento de los celos, cuando vemos una película de terror, el cerebro
no diferencia si es real o imaginario, simplemente reacciona frente a lo que
perciben los sentidos, activa el sistema hormonal que condiciona el cuerpo, la
oxitocina es la hormona encargada de regular la respuesta ante el miedo,
provoca parálisis que hace que la persona tienda a inmovilizarse, dependiendo
su condición emocional asumirá la posición fetal como medida de protección.
NUEVO DOMINIO TERAPIA DE FAMILIA
Los celos obsesivos
El
filósofo Roland Barthes menciona que hay contradicciones involucradas en el
celoso que le hacen ver el trastorno por cuatro sufrimientos que padece:
- Porque es celoso
- Porque se culpa a si mismo de serlo
- Porque teme que sus celos puedan dañar a la otra persona
- Porque sufre por creer estar loco, ser rechazado o no ser especial para nadie.
La
persona que vive bajo sospecha del celoso, experimenta igualmente confusión, ya
que, por un lado, se siente amado e importante, pero por otra se siente
controlado y asfixiado. El celoso se obsesiona con el tiempo, porque vive cada
vez más preocupado por la tercera persona, que puede ser cualquiera. Para hacerle
frente a la incertidumbre se convence construyendo una historia que no
necesariamente existe, cree más en lo que imagina impulsado por el miedo que
las afirmaciones de su pareja. Su rendimiento en otros aspectos de su vida disminuye
porque centra toda su energía y voluntad en vencer la ambigüedad.
Porque el hombre celoso es como
un fuego, y no perdona a la hora de vengarse
Proverbios 6:34
Haciéndole frente a los celos
Teniendo
claro el origen de los celos, se le hace frente rompiendo los paradigmas y
llenando todo vacío generado en la niñez. Tanto el hombre como la mujer son víctimas
de malos tratos y conductas equivocadas que se repiten siendo jóvenes y
adultos. Los hombres, por ejemplo, criados en un clima machista y viendo a la
mujer como objeto, generaran un concepto equivocado fundamentado en la
desconfianza y facilidad de la mujer para caer en brazos de quien las seduzca. Así
verán a su pareja como blanco de cualquiera que se les acerque. Por el lado de
la mujer, que fue criada como un objeto sin valor, crecerá con su autoestima
baja y vera una rival en toda mujer, que según ella, la supere en porte,
belleza e inteligencia.
La
restauración de ambos conceptos: el de la valía y el de la mujer como un ser
humano que merece respeto y admiración, generará patrones de conducta acertados.
Redefinir el concepto de amor entendiendo que no se trata de recibir del otro
sino de dar (amor ágape), alejará los comportamientos egoístas y la
inseguridad.
Porque te aprecio, eres de gran
valor y yo te amo. Para tenerte a ti y para salvar tu vida entrego hombres y
naciones.
Isaías
43:4
NUEVO DOMINIO TERAPIA DE FAMILIA
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista
de Familia
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