miércoles, 7 de octubre de 2015

Adolescentes - ¿Qué hace un padre bueno?

NUEVO DOMINIO TERAPIA DE FAMILIA
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¿QUÉ HACE UN PADRE BUENO?

“Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza”
                                                           1 Timoteo 4:12


Los adolescentes son el motivo de preocupación de los padres, algunos literalmente “tiran la toalla” y se despreocupan de ellos, dejándole todo a su suerte o a otras personas, porque simplemente ya no saben qué hacer.  Una posición más triste es la que asumen muchos padres y es la de esperar a que sus hijos cumplan la mayoría de edad para que se vayan de la casa, otros ruegan porque se case pronto, porque ya no los soportan.  Pocos son los padres que luchan incansablemente por sus hijos adolescentes, aunque equivocadamente buscan como corregir a sus hijos y en ese intento sufren, decaen, el amor hacía ellos es más fuerte y perseveran.

Entender a un adolescente no es fácil, sobre todo cuando se cree haber sido un buen padre sin serlo, cuando se manejan pensamientos equivocados respecto de la crianza de los hijos.  La teoría de los padres respecto a los métodos de crianza es que: “si a mi padre le funciono conmigo entonces también tiene que funcionar con mi hijo” pero esto no es del todo cierto, por la sencilla razón de que vivimos en tiempos diferentes, hoy nuestros hijos se forman sobre un ambiente plagado de información y desarrollan una mente más despierta y abierta. Desde pequeños perciben todas las variaciones emocionales de los padres, nuestros hijos saben cuándo estamos tristes, ansiosos, preocupados, cuando hemos discutido con la pareja, les afecta sobremanera las separaciones aunque se muestren de acuerdo y acepten la realidad de la vida.  Tienen un conocimiento suficiente para defenderse de los padres hostiles, dominar o manipular a los padres débiles, desconocer la autoridad y menos sujetarse a ella.  

¿Por qué surge este comportamiento en los adolescentes?
Evidentemente por la formación y la calidad de vida que han tenido. Padres ocupados, ausentes, exigentes, débiles, forman hijos con dificultades, el aspecto qué más les afecta es no tener claro el concepto de autoridad.  Su rebeldía radica en el desconocimiento que tienen respecto de este tema que no les permite ver ni aceptar a los padres como autoridad porque evidentemente nunca la han sido. Los padres exigen respeto a sus hijos en base a los recursos que le proveen “yo soy quien te mantengo!”, pero lo material solo suple lo material. El amor, el respeto, la admiración no se pueden comprar con dinero.  

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Entonces ¿qué hace un padre bueno?
Un padre bueno:

Comprende: Esto significa que debe dejar que sus hijos expresen sus opiniones.  Las generaciones de los 80 hacia a atrás, no teníamos forma de interpelar las observaciones y exigencias de nuestros padres, no teníamos argumentos para hacerlo, eso ayudo bastante para aceptar las exhortaciones de los padres como verdades absolutas. Y se forjo un respeto y admiración por la formación recibida. Hoy tienen muchos argumentos, saben defenderse y exigen con justicia. Hoy ya no cabe la imposición sino el diálogo y la sabiduría para ganarse su respeto y admiración.

Brinda amor. Los hijos necesitan sentirse amados, no se sienten avergonzados por las expresiones físicas de amor.  Se avergüenzan cuando intentamos mostrarles, en momentos puntuales, o frente a otras personas, expresiones de amor que nunca hemos practicado con ellos.  Eran pocos los padres de las generaciones de los 80 hacia atrás que expresaban físicamente su amor hacia sus hijos, por eso los padres de estos años son poco afectivos y sufren por ello.  

Sabe disciplinar. Ejerce la autoridad con amor, entiende que la disciplina no son solo reglas, normas y exigencias. Sino que involucran consejos, orientación, paciencia, pero lo más importante es que se muestra como ejemplo.  Si la instrucción no va seguida del ejemplo no sirve de mucho.  

Es amable. Un padre bueno utiliza las normas básicas de convivencia, pide el favor, da las gracias, saluda, se despide, etc.  Es bondadoso y sabe atender las amistades de su hijo.  Son padres que están al alcance de sus hijos porque son justos.

Tiene buen humor. Ellos esperan ver sonreír a sus padres, escucharlos hacer bromas, Aprender a controlar las emociones es una demanda necesaria en la vida de un padre. El adolescente distinguirá cuando su padre habla en serio y cuando está bromeando.

Admite sus errores.  Todos nos equivocamos, nuestros impulsos suelen ser más rápidos que nuestras mentes y de vez en cuando decimos algo que no debimos decir o tomamos una mala decisión con ellos.  Sentarse y reconocerlo delante de ellos, seguido de un acto de perdón, establecerá un vínculo de respeto y unión entre padre e hijo que nada podrá romper.

No se trata de ser los padres perfectos, difícilmente alcanzaremos ese nivel, pero es nuestro deber intentarlo, hacer nuestro mejor esfuerzo, nuestros hijos los valen, lo necesitan. Un padre bueno! sólo Dios, nuestra misión es acercarnos lo más que podamos, con ello estaremos asegurando que las futuras generaciones eduquen y formen a sus hijos con un nivel más alto de confraternidad, para que forjen una sociedad mucho más justa y equitativa. 
      
NUEVO DOMINIO TERAPIA DE FAMILIA

Por
Edgardo Buelvas Arrieta

Terapista de Familia

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