lunes, 21 de septiembre de 2015

La Pareja - El Arte de Escuchar en la Pareja

EL ARTE DE ESCUCHAR EN LA PAREJA

“Presta atención, escucha mis palabras;
    aplica tu corazón a mi conocimiento…
Son para enseñarte palabras ciertas y confiables,
para que sepas responder bien a quien te pregunte.”
                                                           Proverbios 22:17,21


Somos seres sociales, necesitamos escuchar y ser escuchados, especialmente en aquellos momentos de crisis. Pero no siempre las personas a nuestro alrededor están dispuestas a escuchar, difícilmente encontramos alguien con quien compartir lo que sentimos, lo que ahoga nuestras esperanzas, lo que nos roba la paz, alguien que tenga la paciencia y que goce de una auténtica vocación de escuchar, capaz de crear el espacio y el momento de silencio necesario para comunicarnos abiertamente.

Y es que escuchar no es nada fácil, al menos para quien no tenga la salud mental y la disposición para hacerlo, porque no solamente las palabras trasmiten, también las expresiones corporales, la mirada.  Quien sabe escuchar sabe interpretar no solo las palabras sino lo que hay detrás de ellas.  Todos trasmitimos mensajes implícitos y explícitos, la mayoría trasmite el código dejando implícito la necesidad, los malos oidores solo escuchan lo verbal y obvian (con intención o sin intención) lo implícito. Los que lo hacen con intención no están interesados en resolver la necesidad de su cónyuge o no quieren afrontar la situación para no dar explicaciones o evitar una discusión.  Los que lo hacen sin intención, están más interesados en escucharse a sí mismos, mantienen una conversación paralela consigo mismos y por eso no escuchan más allá de lo que sus oídos perciben.  Los egoístas buscan siempre ser escuchados y se rehúsan abiertamente a no escuchar, porque defienden el hecho de que ellos tienen la razón siempre o que sus necesidades y problemas son prioritarias.

Nuestra anatomía es clara, dos oídos por una lengua, debemos oír más de lo que hablamos para ser coherentes con nuestro diseño.  Sin embargo la posición de algunos es hablar más de lo que escuchan. La orejas configuran una forma parecida a la de las antenas parabólicas (realmente es lo contrario) con dirección especifica que logra disponer la vista en la misma dirección.  De esta manera la forma correcta de escuchar es de frente y con la mirada puesta en el emisor.  Es posible oír en otras posiciones pero no como la misma calidad y compenetración. Hablar de frente con el cónyuge y disponerse a escuchar mucho más allá,  mejorará potencialmente la relación y habrá una mejor complementación.  

Los malos oidores
Dice Chamorro y Mora (2012) que de todos los principios involucrados en una comunicación eficaz el más importante es saber escuchar.  Una buena comunicación es una calle de dos vías que involucra una conversación libre y abierta y el escuchar con atención y cuidado. Si falta uno es imposible la comunicación.
¿Alguna vez a tenida esa sensación de hablar con alguien y sentir que no le está prestando atención?

  • Mirada perdida
  • Bosteza
  • No lo mira de frente
  • Asiente o niega cuando no tiene que hacerlo
  • Responde o dice algo fuera de contexto
  • Miran su celular constantemente


Pues son malos oidores, que se definen como personas que no creen en la escucha ni el poder de la conversación.

Estos son algunos malos oidores según Chamorro y Mora (2012)

  1. El opinador: escucha simplemente para determinar si las ideas de los demás coinciden con lo que él considera que es cierto.
  2. El gruñón: Personas que escuchan creyendo que los demás están equivocados.  Escuchan con desprecio, con una sonrisa burlesca a medio notar, considerando que la conversación es un mal necesario, lo que distorsiona la comunicación en la dos direcciones.
  3. El retorico: Un retorico utiliza la conversación para atrapar a los interlocutores en una comunicación en una sola dirección.
  4. El cantinflesco: personas que hablan mucho sin decir nada.  Cada uno mantiene una conversación diferente.
  5. El hombre-respuesta: persona pro
    gramada para dar soluciones, incluso antes de haya habido consenso sobre cuál es el problema.  Su única motivación es agradar e impresionar.


Para una buena relación con la pareja, debemos despojarnos de todo aquello que impida tener una buena comunicación, todos tenemos fallas que nos impiden ser buenos oidores, ser conscientes de ello nos llevará a desarrollar una buena comunicación eficaz, la cual implica no solo saber hablar sino saber escuchar, de esta forma dominaremos el buen arte de saber escuchar.



Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia

Bibliografía

GUIA FACILITADORA PARA LIDERES DE PAREJAS. Chamorro, Jimmy y Mora Quintero Zaidy.  Fundación Editorial Publimundo. Bogotá, Colombia. ISBN. 978-958-8505-20-6. 2013.

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