CÓMO DOMAR LA LENGUA
“Así también la lengua es un
miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas.
¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!”
Santiago
3:5

La
lengua es un pequeño miembro de nuestro cuerpo que tiene el poder de producir
un gran impacto, sea para bien o para mal, según las palabras y el tono con que
se digan. Nuestras palabras son
procesadas en nuestra mente, articuladas por las cuerdas vocales y expresadas
con la lengua. Generalmente decimos lo
que pensamos, de tal forma, que de lo que este cargada nuestra mente es de eso que
más hablamos. Un papel importante lo juegan nuestros sentimientos y emociones. Cuando somos presa de nuestras emociones y
ellas nos controlan, perdemos también el control de la lengua y terminamos
diciendo cosas que no queremos decir, y peor aún, expresando cosas que no deseamos, en la
mayoría de los casos. Por ejemplo, cuando la esposa le dice a su marido que es
un “bueno para nada”, un “mantenido” realmente lo que quiere expresarle es que
necesita que sea más su colaboración, que sea proactivo, pero siendo presa de
las emociones, la lengua resulta ser más rápida, así que mientras intentamos
razonar la mejor forma de decir las cosas, la lengua ya ha hecho su
trabajo. Por eso suceden casos como la
mujer que le dice a su marido “lárgate de mi vida”, mientras el marido se
acerca a la puerta para salir, ella razona y termina diciendo “si sales por esa
puerta te mato”. Así mismo, el varón resulta más humillador e insultante,
lastima con más severidad a su cónyuge y también a sus hijos, ya que es más
frio, dice lo que tiene que decir sin tantos aspavientos, pero no significa que
sea la forma correcta de decirlo, y en ocasiones, puede ser que ni siquiera sea
lo que sienta.
Cómo domar la lengua
Para
domar la lengua debemos aprender a controlar nuestros sentimientos y emociones,
pero sobre todo cuidar los pensamientos, éstos sumados a las sentimientos, es
lo que denominados “corazón”. Cuando
hacemos alusión a la expresión “te lo dije de corazón” “te he abierto mi
corazón” nos estamos refiriendo a la carga emocional que impulsa a nuestros
pensamientos para que salgan de nuestra boca articulados por nuestra
lengua. Entonces tengamos en cuenta
estas pautas para empezar a domar nuestra lengua:
La
precisión en las palabras: Decir lo que hay que decir sin adornar o exagerar en
las palabras, en el tono adecuado y con las inflexiones sinceras, excluyendo la
ironía, es lo que hace que tengamos
menos problemas con quienes nos rodean.
El
silencio: Permanecer en silencio, en lugar de hablar atropelladamente, hace que
nos veamos sabios y prudentes, escuchar a las personas decir lo que tienen que
decir, en especial a nuestro cónyuge, nos permite escuchar más allá de las
palabras. Recuerde que tenemos dos oídos para oír el doble y una lengua para
hablar la mitad.
Las
palabras que edifican: Las palabras ociosas nada dejan en los oyentes, llenar
nuestra mente de buenos pensamientos, de conocimientos, nos hace hablar con
sabiduría.
Las
palabras oportunas: Es muy satisfactorio para todos nosotros que al levantarnos
o luego de un largo día, escuchar palabras que nos alienten, que apacigüen
nuestro furor, o que calmen la ansiedad en tiempos de angustia.

Evitar
las palabras engañosas: cada vez que expresemos nuestras ideas o pensamientos
debemos examinarlas cuidadosamente, para detectar sutiles engaños, especialmente
cuando tengamos que dar un informe acerca de alguien o de alguna situación difícil. Intentar decir lo que no somos, o lo que no
hemos alcanzado, es un engaño que solo nos hace daño a nosotros mismos.
Entonces
la clave para domar nuestra lengua es cuidar el estado de nuestro corazón y
nuestros pensamientos. Los pensamientos
incluyen algo más que hechos, incluyen conceptos y estructuras de información,
sobre las cuales basamos nuestras decisiones
palabras. Verdaderamente pensemos
en lo bueno, lo amable, lo que es de buen nombre, cuidemos nuestra salud mental
para no contaminar nuestro corazón y no terminar encendiendo un bosque con una
pequeña chispa.
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista
de Familia
Bibliografía
GUIA
FACILITADORA PARA LIDERES DE PAREJAS. Chamorro, Jimmy y Mora Quintero
Zaidy. Fundación Editorial Publimundo.
Bogotá, Colombia. ISBN. 978-958-8505-20-6. 2013.
Que buen articulo. Me gusto. Ahora a la practica
ResponderBorrarAsí es Claudia!
BorrarQue buen articulo. Me gusto. Ahora a la practica
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