LA VIDA ESCOLAR
"Cuando la sabiduría
entrare a tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te
guardará; te preservará la inteligencia".
(Proverbios 2:10-11)
La
edad escolar es una de las etapas más importantes del desarrollo social e
intelectual del niño, sin embargo se tiene que tener una visión clara de lo que
significa la escuela para ellos, ya que muchos padres delegan toda la
responsabilidad de este desarrollo y adaptación a la vida social, a los
maestros y a la misma institución. En esto tenemos que ser claros: la primera
escuela es el hogar, por tanto la responsabilidad de la adaptación a la vida
escolar y el desarrollo intelectual del niño es de los padres; y la escuela y
los profesores nuestro mejor apoyo. La experiencia de la escuela es fundamental
por varias razones:
1.
El
niño entra en un ambiente en el que tiene que ganarse el afecto mientras en su
casa se lo daban sin hacer nada para conseguirlo.
2. Va a ser uno de los tantos
alumnos, y no “El rey de la casa”
3.
Un
adulto, que no es de su familia, el maestro, va a tener un papel fundamental en
su vida.
El
ambiente escolar es el más propicio para que el niño expanda su mundo interior
y que le permite abrirse al mundo exterior, esto le sirve para satisfacer su
curiosidad y le ayuda a querer crecer.
Otro
aspecto importante es el cambio de personas que rodean al niño. Hasta entonces
vivía rodeado de adultos, de los que dependía, y siempre lo sobrepasaban. A
partir de este momento, vivirá entre sus iguales, y podrá compararse con ellos,
superándoles unas veces y siendo superado en otras. Su mayor preocupación son
sus amigos, entre ellos aprende a vencer el egocentrismo en el que había vivido
hasta entonces, aprende a conquistar el afecto del otro, cediendo algo de lo
propio.

El
crecimiento se da en dos formas: por un lado, muestras rasgos característicos
de independencia, pues ya empieza a defenderse por sí mismo, sin la ayuda de un
adulto. Por otro lado, busca dependencia social, porque intenta llamar la
atención de sus pares, tratando de imponer sus condiciones de todas formas, la
más visible la terquedad.
Una adecuada estimulación en el
hogar
Los
padres pueden desarrollar al niño en su máximo potencial intelectual,
rodeándole de estímulos adecuados, sobre todo en los primeros 18 meses.
¿Cómo?
-
Hablarle
al niño constantemente.
-
Fortalecer
la comunicación familiar.
-
Contestar
a todas sus preguntas.
- Atenderles
cuando interrumpen con sus inquietudes; evitar las frases: "no me
molestes", "estoy ocupado".
- Proveerle
de un ambiente estimulante: juguetes, y experiencias novedosas.
Los
estudios investigativos demuestran la alta correlación que existe entre el
aspecto cultural del hogar, la comunidad y el rendimiento escolar. Los niños
que tienen experiencia con libros, televisión, viajes, revistas y buena
comunicación en el hogar, poseen un potencial mayor para captar y aprender.
Crearles
el ambiente adecuado en casa les ayuda a adaptarse mejor a la escuela. Un niño
motivado es un niño dispuesto a aprender, a desarrollarse intelectualmente.
Aprovechemos que su pequeño cerebro es una esponja seca en medio de información
húmeda, de la cual absorben todo conocimiento. Tengamos la precaución de que
capten lo bueno y lo que es provechoso para su vida, lo que sembremos en ellos,
eso mismo segaremos.
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista
de Familia
Bibliografía
TEOTERAPIA
PARA PADRES, Lo que todo padre debe saber de su hijo. Tomo 1. El Niño. Tercera
Edición. Editorial FAID, CEPC. Bogotá, Colombia. 1999.
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