LA COMUNICACIÓN EFICAZ
"...Todo hombre sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse"
(Santiago.
1:19)
En
ciertas familias hay un gran abismo entre padres e hijos por la comunicación
deficiente, mientras que en otros casos es nula. La comunicación es vital para
el buen ejercicio de la disciplina y la fundamentación en valores y principios.
¿Qué es comunicar? Pues transmitir un mensaje a través de un signo (verbal,
visual o escrito), es un proceso que involucra la habilidad de asociar símbolos
para enviarlos al receptor y que éste pueda traducir el mensaje en su mente de
tal forma que obtenga un significado similar al que tenía el emisor.
Comunicar
es:
-
Dar
e intercambiar información
-
Recibir
e intercambiar información de manera abierta y voluntaria como se da
Comunicar
no es:
-
Regañar
todo el tiempo
-
Decirle
a los hijos lo que no nos gusta de ellos
-
Sermonear,
amonestar y criticar
Recordemos
un poco cuales son los elementos que intervienen en la comunicación:
Emisor: Quien emite el mensaje
Mensaje: Contenido
Código:
Signo o símbolo (Verbal, visual o
escrito)
Receptor: Quien recibe el mensaje
Barreras: Obstáculos que se interponen en el
recorrido del mensaje y no permiten que llegue al receptor, o hacen que llegue
parcialmente o distorsionado.
Cómo
podemos formar bien a nuestros hijos sino transmitimos bien el mensaje, aprender
a comunicarnos es una verdadera pedagogía con la que podemos ir moldeando la
personalidad de los hijos. Los padres tenemos que ser conscientes que somos los
primeros educadores y es por eso que debemos tener una actitud sensata ante los
obstáculos que dificultan la comunicación. De la comunicación madre-hijo nace un
sentimiento de seguridad permanente. De la comunicación padre-hijo nace un
sentimiento de seguridad activa que le permite enfrentarse a las dificultades
futuras.
Puntos claves en la
comunicación eficaz
La aceptación
Antes
de una buena comunicación debe tenerse una buena actitud y esta se manifiesta a
través de la aceptación. Cuando un niño se siente amado y aceptado se crea el
clima ideal para promover el desarrollo de todas sus áreas y se le ofrece la
mejor terapia para sanarse de todo daño psicológico y físico. El niño aceptado
se dispone a cambiar porque quiere crecer.
Palabras de afirmación
Las
palabras de comprensión y cariño crean un ambiente de confianza y libertad que
hace que los niños sean auténticos y expresen lo que sienten. Ej. “Hijo
comprendo lo que me quieres decir…” cuando no se da surge la expresión “Es que
este niño no me entiende lo que quiero…” que es tan frecuente en las discusiones con
los hijos. Cabe aclarar que el entender no implica dar la razón.
Libertad de expresión
De
las cosas que más reclamamos los adultos: la libertad de expresión, sin embargo
coartamos la libertad de expresión en nuestros hijos sobre premisas erradas,
que aprendimos de nuestros padres. El niño de los 80 hacía atrás no tenía
derecho a hablar, su boca era literalmente volteada de un manotón si
pronunciaba alguna expresión durante una exhortación. Algunos padres pensaran, "a mi me paso y yo estoy bien", pero quizás esa sea la razón por la cual la mayoría
nos daba pavor hablar en público, en la clase, incluso decirle a la persona que
nos gustaba lo que sentíamos. Debemos permitir que el niño juegue, hable o
participe en actividades sin interrupción, dejar que manifieste su punto de
vista por el cual actuó de la forma en que lo hizo, y luego que lo haga corregirlo
y explicarle porque está mal, con su consecuente disciplina si así lo requiere.
Siempre que los interrumpimos para darle alguna instrucción, ofrecerle ayuda o
sugerencia, durante alguna actividad, revela falta de confianza en sus
habilidades.
Escucharlos en forma activa y
desinteresada
Si
un niño es escuchado en forma activa por sus padres aprenderá a:
-
Manejar
sus sentimientos negativos
-
Promueve
la base para establecer una estrecha relación entre padres e hijos
-
Ayuda
al niño a prepararse para resolver sus problemas por su cuenta
-
Le
enseña a escuchar a sus padres y a otros y se estimulará a pensar por sí mismo.
Obstáculos que impiden la
comunicación
-
Falta
de atención: Cuando ponemos poco interés en escuchar lo que dice nuestro
interlocutor. Comúnmente pensamos que porque son pequeños no tienen nada
interesante que decir y por eso no los escuchamos, pero para ellos todo es
importante ya que están conociendo el mundo.
-
La
Mentira: Cuando nuestro interlocutor se da cuenta que hemos mentido se
interrumpe la comunicación, porque se elimina la confianza.
-
Traducción
e interpretación: Si al escuchar lo que dice el otro, lo traducimos a nuestros
esquemas mentales, no hay diálogo posible, ya que dejamos de ponernos en el
punto de vista del otro, sino que estamos falsificando lo que nos quiere decir.
Una
buena actitud y romper con los esquemas del pasado puede cambiar radicalmente
la forma en como nos estamos comunicando con nuestros hijos, esto nos ayudará a
resolver los conflictos que estemos afrontando o servirá de medicina preventiva
para cuando nos toque afrontar situaciones difíciles.
Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista
de Familia
Bibliografía
TEOTERAPIA
PARA PADRES, Lo que todo padre debe saber de su hijo. Tomo 1. El Niño. Tercera
Edición. Editorial FAID, CEPC. Bogotá, Colombia. 1999.
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