martes, 12 de mayo de 2015

Hijos - Efectos del Rechazo en el Autoestima

EFECTOS DEL RECHAZO EN EL AUTOESTIMA

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor
Efesios 6:4

Todo comienza en la infancia, algunos padres no se conforman con decir “no” cuando ellos hacen lo incorrecto, sino que agregan: “no, niño malo”, “no, niño bobo”, “no, niño perezoso”.  Así mismo, utilizan palabras diariamente como: malo, feo, estúpido, tonto, ridículo, torpe, distraído, con lo que reducen los sentimientos de dignidad del niño.  Frases como: “Nunca haces nada bien”, “Siento vergüenza de ti”, “Qué pasa contigo”, “¿Eres estúpido o qué?”, sumado a asustarlos, burlarse de ellos, decirles mentiras, contribuyen a la autoimagen negativa de un niño.

Los sentimientos negativos sólo producen una vida de autocastigo, recriminación contra sí mismo o autorrechazo, devaluando el concepto positivo que se tiene y llegando a pensar “no sirvo para nada” “nunca podré hacer a mis padres felices”.

Valores falsos que destruyen la autoestima

-          Belleza
-          Inteligencia

Otros factores

-          Deformidad física
-          Forma de vestir
-          Enfermedad

Cuando a los niños se les lastima emocionalmente cuando no son bellos, no son tan altos o no son tan inteligentes, los padres sufren con ellos.  La tarea de un padre es lograr es que ellos aprendan a funcionar adecuadamente a pesar de los problemas, no se trata de protegerlos, sino prepararos para que acepten situaciones inevitables y se eleven noblemente por encima de ellos.

Algunas razones por las que los padres rechazan a sus hijos

-          Padres jóvenes que aún no deseaban tener hijos
-          Padres que piensan que sus hijos arruinaron su matrimonio
-          Padres que piensan que sus hijos arruinaron su profesión
-          Desilusión producida por el sexo de su hijo
-       Por estadísticas se sabe que los hijos concebidos antes del matrimonio, con frecuencia son rechazados, ya que se constituyeron en la causa de una unión forzada y no en la consecuencia de una decisión bien pensada.
-          Cuando uno de los cónyuges ve en su hijo a alguien que le quita el cariño de su pareja.
-    Padres inmaduros que no están preparados ni dispuestos a enfrentar la responsabilidad de la paternidad.
-   Cuando prefieren mas a un hijo que a otro, o lo viven comparando con otros.

Síntomas del niño rechazado

-          El niño es indeciso por falta de habilidad
-          Es retraído, vive en mundo de fantasías
-          Exceso de agresividad, mordiscos, golpes, miente, roba, se produce daño a sí mismo y a los demás.
-          Llora con facilidad
-          Se moja en la cama, se come las uñas, tartamudea
-          Critica y juzga, culpa a otros de sus errores
-     Exceso de peso, ligado a hablar con voz débil e insegura, camina jorobado y le cuesta mirar fijamente a los ojos

En definitiva, como lo son todos los problemas tanto físicos como emocionales, siempre es mejor prevenir que lamentar.  Por ello la mejor forma de evitar que nuestros hijos sean victimas del rechazo y que les cause problemas en su autoestima, lo mejor es aplicar medicina preventiva. Reconozca sus errores y la manera en que ha tratado a su hijo, pídale perdón y empiece un proceso de fortalecimiento atendiendo a los puntos que a continuación le damos:

-          Brindarles afecto y seguridad
-          Reconocer e identificar cualquier tipo de rechazo hacía su hijo
-          Reconocer y corregir cualquier tipo de favoritismo entre los hijos
-          Pedir perdón a Dios y al hijo que ha sido afectado
-          Exprésele amor incondicional y afecto
-          Orar por el hijo bendiciéndole

Recordemos este Salmo que dice “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” tenemos una gran responsabilidad y formarlos bien es una tarea de todos los días, que exige sacrificio y entrega total.


Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia

Bibliografía

TEOTERAPIA PARA PADRES, Lo que todo padre debe saber de su hijo. Tomo 1. El Niño. Tercera Edición. Editorial FAID, CEPC. Bogotá, Colombia. 1999.

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