miércoles, 25 de marzo de 2015

Hijos - Generación Sub-7

Generación Sub-7

Generaciones atrás, los niños mostraban unas características propias de la inocencia (que se traducía en ese entonces como poco conocimiento del mundo y léxico pobre), básicamente el mundo infantil se deleitaba en los chistes insulsos y torpes de los dibujos animados, en las historias de abejas perdidas, niños huérfanos, pitufos y superhéroes invencibles. Los niños anhelaban volar, trepar muros, comunicarse mentalmente con sus amigos, tener superpoderes, le hablabamos a nuestros muñecos y podríamos jurar que nos escuchaban pero que se hacían los tontos para no obedecernos, era un mundo mágico en una mente hambrienta de conocimientos.


Esta generación que adoraba a Peter Pan porque representaba a todos aquellos que crecimos con la frustración de ver como nuestra imaginación se quedaba atrás, junto con nuestros pantalones cortos, pues aunque crecimos queríamos seguir siendo niños. Esa generación que, aunque tengamos más de 40, aún nos reímos con el chavo del ocho, nos distraemos con Los Cuentos de los Hermanos Grimm, y no nos perdemos por nada del mundo el estreno de una película de Marvel o DC Comics.

Nuestros hijos, aunque literalmente no vuelan, ¡aún!, parece que con su mente recargada de información transfiguran un mundo en varios niveles, pues parece que funcionaran de acuerdo a la situaciones, si necesitan escaparse de alguna responsabilidad se colocan en MODO NIÑO, cuando quieren un permiso en MODO ADOLESCENTE, y cuando expresan su opinión sobre algo que les agrada o les molesta se colocan en MODO ADULTO. Desarrollan habilidades de la noche a la mañana, como si llamaran a “Tank” (operador de la película Matrix) y le pidieran el programa para Bailar o para manejar un Smartphone o una Laptop. Contestan sin bacilar, hablan de cualquier tema, esbozan sus opiniones con facilidad y son coherentes en sus apreciaciones. Capaces de sostener una conversación con un adulto mientras ayudan en labores domésticas, hacen las tareas, juegan play y chatean con tres y cuatro amigos al mismo tiempo. Manejan un léxico envidiable que en ocasiones ponen en aprietos a los adultos.



Estos niños exigen hoy, más de los padres, porque pueden lograr lo que quieran si no les salimos al paso con argumentos sólidos y consistentes. Esta generación que es capaz de vencer las normas que no están puestas sobre un fundamento sólido, es decir que no encuentran piso en parejas estables, solidas, que se ponen de acuerdo en todo, en parejas maduras emocionalmente, con buena salud mental, podrían echarse a perder si no estamos preparados. ¿Están preparados?

Por
Edgardo Buelvas Arrieta
Terapista de Familia

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